EL RETRATO DE DORIAN GRAY, de Oscar Wilde

 

FICHA DEL LIBRO:

Título: EL RETRATO DE DORIAN GRAY

Autor: Oscar Wilde

Editorial: Aguilar

ISBN: 978-84-6703-253-6

Precio: 12,25 €

Érase una vez un libro escrito por Oscar Wilde (Dublín, 1854), destacado escritor y dramaturgo de la época victoriana. Después de estudiar en Oxford, se estableció en Londres, donde se convirtió en una figura prominente en la escena literaria y social. Su agudo ingenio y estilo extravagante le granjearon un gran reconocimiento. Alcanzó la fama a través de obras tan emblemáticas como "El retrato de Dorian Gray" y "La importancia de llamarse Ernesto". Su éxito literario coexistió con una intensa vida social y alguna controversia personal derivada de sus relaciones homosexuales. En 1895, fue encarcelado por su orientación sexual. Tras cumplir su condena, Wilde vivió sus últimos años en el exilio en Francia, donde falleció en 1900. Su legado literario incluye ensayos, cuentos y obras de teatro que destacan por su ingenio, ironía y sátira social, contribuyendo a que Wilde sea recordado como una de las figuras más destacadas de la literatura británica del siglo XIX.

Érase una vez un libro que narra la historia de Dorian Gray, un atractivo joven que cautiva al artista Basil Hallward por su indudable belleza y éste, impresionado, decide hacerle un retrato. Durante una sesión de pintura, Lord Henry Wotton, un amigo de Basil, influye en Dorian con sus ideas hedonistas, llevándolo a desear la eterna juventud y belleza. Dorian, expresando su deseo de que el retrato envejezca en su lugar, sella un pacto sobrenatural. A partir de ese momento, el retrato envejecerá y reflejará los efectos de sus pecados y excesos, mientras él mantiene su aspecto juvenil, sin las consecuencias de sus acciones. Dorian se sumerge en una vida licenciosa, desencadenando una serie de eventos que degradan su moralidad y a medida que el retrato se corrompe y muestra los efectos de sus pecados, él trata de ocultar la verdad. El desenlace de la historia revela el destino del protagonista y la trágica ironía de su búsqueda de la inmortalidad y la belleza eterna.

Érase una vez un libro en el que los personajes son la piedra angular de la obra, dado que, cada uno a su manera, desempeñan un papel crucial en la trama al explorar temas como la vanidad, la indulgencia, la influencia destructiva de las ideas y la relación entre la apariencia y la realidad. La interacción entre estos personajes impulsa la narrativa y revela las complejidades de la naturaleza humana. Aunque son muchos los que aparecen en la novela, estos serían los más destacados:

- Dorian Gray: El protagonista de la historia. Inicialmente retratado como un joven apuesto e inocente. Sin embargo, su deseo de mantener la juventud eterna lo lleva por un camino de corrupción moral. Su retrato envejece y refleja sus pecados, mientras que él permanece eternamente joven.

- Basil Hallward: Un artista talentoso y amigo cercano de Dorian, es él quien pinta el retrato del protagonista. Basil es un idealista que ve la belleza en Dorian y está cegado por su propia admiración hacia él.

- Lord Henry Wotton: Es un amigo influyente de Dorian y un hedonista cínico. Su influencia y filosofía de vida desencadenan la transformación de Dorian, alentándolo a seguir sus impulsos sin restricciones.

- Sibyl Vane: Actriz de teatro y el, aparentemente, primer amor del protagonista. Su trágico destino está vinculado a la incapacidad de Dorian para comprender el verdadero amor y su búsqueda obsesiva de la belleza.

- James Vane: Hermano de Sibyl, cuya vida se trastoca por la tragedia que envuelve a su hermana. Su resentimiento hacia Dorian se convierte en un elemento importante en el desarrollo de la trama.

Érase una vez un libro que aborda temas universales, aunque la trama central se enfoque en la búsqueda de la eterna juventud, la realidad subyacente se inclina hacia el narcisismo, ya que el protagonista exhibe una admiración desmesurada por sí mismo, llegando al extremo de anhelar la preservación de su imagen, tal como se refleja en el retrato, de manera perpetua. En menor medida podríamos hablar del dandismo y el hedonismo (representados por la figura de Lord Henry, por el modo elegante en que viste y actúa, su modo de hablar, su comportamiento y ese afán manifiesto de satisfacer sus deseos más inmediatos. Adicionalmente, se exploran otros elementos, como el retroceso social durante el reinado de Victoria I y el sufrido por Dorian Gray y la perversión de su alma.

Érase una vez un libro que, más que relatar una historia, sumerge al lector en un universo donde la belleza y la decadencia se entrelazan de manera magistral, ofreciendo una experiencia literaria que va mucho más allá de la que Wilde nos quiere contar. En base a un estilo preciosista, el autor despliega una prosa exquisita y ornamentada, seleccionando cuidadosamente palabras y frases para tejer una narrativa que trasciende los límites de la trama convencional. La meticulosa atención a la estética y la forma se evidencia en las descripciones de entornos, personajes y emociones. El ingenio y la agudeza satírica del autor se manifiestan en diálogos ricos en ironía y observaciones punzantes sobre la sociedad victoriana. La habilidad del autor para emplear la paradoja desafía las expectativas y cuestiona las normas morales de la época. Este juego con las palabras y la atención al detalle estilístico contribuyen a construir una atmósfera única, destacando la crítica social impregnada en la obra.

En definitiva, érase una vez un libro considerado como una obra maestra literaria por muchos y diferentes motivos, entre otros, por el modo en el que el autor profundiza en los aspectos más oscuros de la psique humana; por su distintiva prosa, refinada y elegante, caracterizada por su estilo preciosista, su agudo ingenio y su capacidad para jugar con las palabras; por el modo en que utiliza la historia de Dorian Gray como un vehículo para criticar sutilmente la hipocresía y la moralidad convencional de la sociedad victoriana; por la complejidad con la que están construidos los personajes; por la exploración filosófica y existencial de la que somos testigos, viendo como aborda cuestiones tan interesantes como la dualidad del bien y del mal, la naturaleza efímera de la belleza y la ética del placer sin restricciones y, curiosamente, por lo que en su día tuvo de innovación narrativa al partir de una premisa tan seductora como la de que un retrato iba envejeciendo mientras el modelo, inicialmente ingenuo y encantador, mantiene su belleza y juventud a lo largo de los años, más allá de que se transforme en un ser inmoral, hedonista sin una pizca de ética. Por todo esto, esta novela continua fascinando y desafiando a cualquier lector, presente y futuro, por sus capas de significado y su aguda crítica a la sociedad de su tiempo.