FICHA
DEL LIBRO:
Título: BAJO TIERRA SECA
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Destino
ISBN: 978-84-233-6457-2
Precio: 22,90 €
Érase una vez un libro
escrito por César Pérez Gellida, (Valladolid, 1974), autor prolífico con una
impresionante carrera literaria. Desde el lanzamiento de su primera novela en
2013, ha mantenido un ritmo constante de publicaciones, llegando ya a la
asombrosa cifra de catorce obras. Entre sus destacadas trilogías, como
"Versos, canciones y trocitos de carne" (compuesta por Memento mori, Dies irae y Consummatum est)
y "Refranes, canciones y rastros de sangre" (que incluye Sarna con gusto, Cuchillo de palo y A
grandes males), así como títulos como Todo
lo mejor y Todo lo peor, Pérez
Gellida ha consolidado su posición como uno de los máximos referentes de la
novela negra. Entre sus obras más recientes se encuentran Nos crecen los enanos, Astillas en la piel y La suerte del enano. En 2023, Memento
mori, la primera entrega de una de sus trilogías, fue adaptada exitosamente
para la televisión. Con más de 300.000 lectores, dirige el festival literario
Blacklladolid junto a Dolores Redondo. Bajo tierra seca ha sido galardonada
con el Premio Nadal 2024.
Érase una vez un libro
cuya trama se inicia en abril de 2017 y nos traslada a Extremadura, donde la
imponente figura de Antonia Monterroso, conocida como la Viuda, emerge como la dueña
de una de las célebres haciendas de la comarca. En medio de la persistente
hambruna que asola el campo, la Viuda lucha tenazmente por mantener a flote su
propiedad ,utilizando todas las herramientas que tiene a su disposición. Sin
embargo, un voraz incendio devasta todo a su paso y, tras el desastre, la Viuda
desaparece sin dejar rastro. Se hará cargo de la investigación, a petición
propia, el teniente Martín Gallardo, acompañado por el sargento Pacheco. Ambos se
trasladan al lugar para esclarecer los sucesos, ya que cinco días antes del
siniestro, la mujer había presentado una denuncia contra Jacinto Padilla,
capataz de su finca y antiguo amante. Sorprendentemente, Padilla es detenido en
la estación de Zafra con una mochila en la que portaba mil quinientas pesetas y
algunas joyas de escaso valor. En sus declaraciones, alega que incendió la
propiedad por orden de Antonia, quien le entregó la bolsa porque planeaban
iniciar una nueva vida lejos de allí. Durante el interrogatorio, Padilla revela
una serie de hechos macabros que transforman radicalmente la investigación,
sumiéndola en un oscuro torrente de sangre.
Érase una vez un libro que
cuenta con una protagonista excepcional. Una mujer, natural de Servia, a la que
empezamos a conocer bajo la carpa del Circo Ruso, porque la vida de Senka comenzó
entre acrobacias y luces deslumbrantes. Hija de una acróbata contorsionista,
Ljubica, nunca conoció a su padre, así que heredó la profesión de su madre, pero
no su vocación. El año 1913 marcó para ellas el inicio de una gira europea, una
travesía que prometía emociones y aventuras. Sin embargo, la Primera Guerra
Mundial truncó sus sueños en Toulouse, dejándolas arruinadas mientras los
propietarios del circo huían con la recaudación no repartida. En un giro
inesperado, Lisboa se convirtió en el nuevo escenario de sus vidas. Allí, un
antiguo trapecista convertido en proxeneta les ofreció trabajo como camarera y
limpiadora en un prostíbulo. La tragedia tocó sus vidas cuando Ljubica se
enfrentó a un cliente para proteger a una de las chicas, encontrando un destino
trágico a manos de aquel hombre. Senka, en un acto de venganza, asesinó al responsable del local al sentirse incapaz
de llegar hasta el verdadero instigador. Gracias a una de las chicas del local,
Senka logró escapar, dejando atrás su antigua identidad para tomar prestada una
nueva: la de Antonia Monterroso y poner rumbo a Badajoz. En pocos días, Antonia
conoció a quien sería su primer esposo en Jerez de los Caballeros: Gregorio
Espinosa. Aunque dirigía una confitería, pertenecía a una de las familias más
acomodadas de la región. Fue mientras trabajaba allí donde Antonia lo cautivó
en poco tiempo con sus rasgos exóticos y formidable figura. Sin embargo, no
tuvo la misma suerte con su familia política. Encontró su némesis en la figura
de su cuñado Francisco, hermano mayor de su esposo, a quien llegó a acusar
falsamente de intento de violación. Sin embargo, su enemistad alcanzó un nuevo
nivel de intensidad cuando su hermano falleció poco después, convirtiéndola por
primera vez en viuda, dejándola una considerable fortuna a través de un seguro
de vida y heredera única de todo su patrimonio. Esta experiencia se repetiría
más adelante, sumándose además su condición de terrateniente. Y una vez libre
de cualquier atadura, esta mujer que era odiada por todas las mujeres y deseada
por los hombres, no dejará de fascinarnos, a pesar de ser una sociópata de
manual.
Érase una vez un libro que
destaca notablemente por la minuciosa caracterización de sus personajes,
logrando retratos tanto físicos como psicológicos de gran profundidad. La trama
se desenvuelve como una novela coral, ya que la esencia y participación de los
que a continuación cito son cruciales y aportan riqueza y complejidad a una
historia que gira en torno a la figura de Antonia Monterroso:
-
Martín Gallardo: Teniente de la Guardia Civil destinado en
el puesto principal de Almendralejo, es teniente de la Guardia Civil y un
exmilitar marcado por las trágicas experiencias en Filipinas que se enfrenta a
diario a sus demonios internos. La pérdida de las colonias de ultramar lo llevó
por un oscuro sendero de adicción al opio, que lo consume lentamente. A sus
treinta y nueve años, nacido en el remoto Burgo de Osma, en Soria, su
corpulenta figura, de espalda ancha y un bigote de herradura recortado con
precisión, oculta un corazón noble y un sentido del deber inquebrantable. Pero
su verdadera lucha reside en su insaciable necesidad de proteger a las mujeres
víctimas de injusticias. Junto a él, su leal escudero, el Sargento Darío Pacheco, un buen amigo y compañero de armas, criado
en Madrid pero con raíces en Santoña. Juntos, estos dos hombres se enfrentan a
cualquier desafío en la búsqueda de la justicia.
-
Sebastián Costa: Antiguo camarada de armas del Teniente
Gallardo durante su servicio en las colonias de ultramar, donde juntos
atravesaron momentos difíciles. En la actualidad, se desempeña como detective
privado para Francisco Espinosa, quien es cuñado de Antonia Monterroso. Con un
estilo elegante y distintivo, suele vestir con impecable precisión y porta un
característico bombín. Su rostro está marcado por rasgos definidos, con ojos
profundos y una barba densa y cuidadosamente aceitada.
-
Jacinto Padilla: Natural de Baena, tiene una fea cicatriz
que le cruza la mejilla izquierda de arriba abajo y su complexión física parece
haber tenido días mejores- Es capataz en la finca Monterroso y amante de su
propietaria. Desde el primer momento se declaró culpable del incencio de la
finca, claro que siempre sostuvo que lo hizo a petición de la interesada, para
así cobrar un seguro contra incendios y así emprender una nueva vida juntos,
lejos de allí.
-
Benito Yáñez: Cabo al mando del puesto de la Guardia
Civil en Zafra. Su cabello es de un tono plateado, tiene el bigote amarillento
y una prominente barriga. Se le reconoce por su corrupción y falta de
escrúpulos, lo que lo ha llevado a colaborar con Ramón Acevedo. Bajo su
autoridad en el cuartel de la Benemérita, prestan servicio el Cabo Román
Aguado, Gutierrez, y el aún novato Pedro Lobato, conocido como
"Lobito".
-
Ramón Acevedo: A sus sesenta y un años, este hombre se
erige como un próspero hacendado en la comarca, con su centro de operaciones
establecido en su propio cortijo. Dos décadas atrás, forjó su inmensa fortuna
iniciando actividades ilegales como contrabandista y de un tiempo a esta parte,
como proxeneta. Aprovechándose de la desesperada situación de las mujeres de la
región, quienes carecían de recursos para alimentar a sus hijos, explotó sin
escrúpulos su vulnerabilidad.
-
Rosario: Es una joven madre de apenas veintidós años que
recientemente perdió a su esposo. Posee una belleza marcada por rasgos
agitanados, una tez morena y cautivadores ojos verde oliva. A los siete años
quedó huérfana, momento en el cual su tía, a quien considera como una madre, se
hizo cargo de ella. Desafortunadamente, se ha visto obligada a ejercer la
prostitución para saldar una deuda contraída por su pareja con Ramón Acevedo.
Érase una vez un libro
cuya estructura adopta un formato prácticamente cinematográfico, inmerso en una
coreografía narrativa única. Los capítulos, titulados, datadas y
geolocalizados, son cortos, rápidos y con mucha acción, se despliegan como
secuencias que evocan la esencia distintiva de un talentoso director, ofreciendo
una experiencia donde el enfoque se desplaza de manera intrigante y
cautivadora. Este enfoque no lineal y la alternancia entre diferentes
escenarios añaden un elemento de suspense y sorpresa, tejiendo una trama envolvente
que despunta por su gran impacto visual, sobre todo cuando el autor no escatima
en escenas de violencia, que aborda con
un estilo muy cuidado y, en muchas ocasiones, de manera gráfica, de forma tal
que se incorpora de manera intrínseca a la estética de la obra.
Érase una vez un libro que
destaca por su soberbia ambientación y el modo en que se contextualiza el
momento histórico. Pérez Gellida nos describe con maestría un entorno tan
adverso, como conmovedor, donde los personajes se mueven en un escenario
saturado de adversidades. Un enclave impregnado por la indigencia y la
desolación en aquella Extremadura de 1917 marcada por la hostilidad de la
pobreza, en el preludio de una pandemia (que de manera desafortunada sería
etiquetada como la “gripe española”) que poco a poco se fue propagando, dadas
las condiciones laborales de los jornaleros, cuyas jornadas laborales eran
extenuantes, a lo que se unía el hacinamiento en humildes barracas sin agua
potable, por no decir que muchos dormían directamente sobre el suelo y donde la
higiene era más que precaria. Una
comarca, de las más deprimidas de España, en la que los latifundios y
cortijos danzan como pequeños reinos de Taifas, cada uno como un fragmento
único, bajo la influencia de su cacique, que teje las redes de su poder en un
entramado donde su voluntad se erige como ley suprema, mientras los jornaleros sobreviven
marcados por una hambruna que devora la esperanza, creando un cuadro
desgarrador de la lucha diaria por la supervivencia en medio de la escasez.
En definitiva, érase una vez un libro cuya trama, basada en hechos reales como así lo indica el autor en una nota que no deberías leer bajo ningún concepto hasta terminar la novela, está sólidamente estructurada. Nos transporta a escenarios cargados de intriga, desengaño y tragedia, donde cada respuesta descubre nuevos enigmas y donde la imponente figura de Antonia Monterroso, conocida como la Viuda, emerge como un personaje inolvidable, envuelto en un manto de misterio y secretos. A medida que avanzamos en la historia, desentrañamos sus motivaciones y su pasado turbulento, encontrando razones detrás de su odio hacia los hombres, que nos hacen empatizar con ella, aunque sus métodos de justicia, más que cuestionables, hacen que lleguemos a aborrecerla mientras su influencia transforma irrevocablemente el destino de quienes se cruzan en su camino. Una novela cautivadora que te sumerge en una atmósfera misteriosa desde el principio hasta el final, que te mantiene en una continua zozobra. Con una prosa maravillosa, Pérez Gellida teje una trama llena de intriga y suspense que te mantendrá en vilo en cada página. Ganadora del Premio Nadal en 2024, es una obra que sin duda merece todas las alabanzas que ha recibido y las que le quedan.