FICHA DEL LIBRO:
Título: UN ANIMAL SALVAJE
Autor: Joël Dicker
Editorial: Alfaguara
ISBN: 978-84-204-7684-1
Precio: 23,90 €
Érase una vez un libro
escrito por Joël Dicker, un autor nacido en Suiza en 1985 que con su primera
novela, "Los últimos días de nuestros padres", ganó el Premio de los
Escritores Ginebrinos en 2010. Este reconocimiento marcó el inicio de una serie
de galardones que ha ido acumulando con sus siguientes obras. En 2013 publicó
en nuestro país la aclamada "La verdad sobre el caso Harry Quebert",
convirtiéndose en un fenómeno literario internacional. La novela fue traducida
a cuarenta y dos idiomas y forma parte de la trilogía protagonizada por el
personaje Marcus Goldman, junto con "El Libro de los Baltimore" y
"El caso Alaska Sanders". Además, Dicker ha lanzado otros trabajos
notables, como "El Tigre", "La desaparición de Stephanie Mailer"
y "El enigma de la habitación 622". Su trayectoria literaria lo
posiciona como un autor de renombre en la escena contemporánea. “Un animal
salvaje” es su última novela.
Érase una vez un libro
cuyo título resume a la perfección y con tan solo tres palabras la historia que
nos quiere contar, que gira en torno a ese lado instintivo que todos albergamos
en nuestro interior, esa capacidad innata para entendernos a nosotros mismos,
porque en lo más profundo de nuestras almas, más allá de las capas de
sociabilidad y las normas impuestas,
todos tenemos una parte oculta que nos conecta con nuestra naturaleza
más básica y pone en valor nuestra capacidad de supervivencia, esencial para
mantenernos en sintonía con ese lado más primitivo, que no deja de ser esa voz
interior que todos tenemos y a la que deberíamos prestar atención con más
frecuencia. Es importante mencionar que el título de la novela también alude a
un magnífico relato titulado “La pantera”, que se desarrolla en la Toscana en
1915 y forma parte del libro ficticio Animales salvajes de Carlo Viscontini.
Este cuento, aunque pertenece a una obra imaginaria, juega un papel fundamental
en la historia, ya que refleja y define la compleja personalidad de Sophie. Lo
interesante es que, aunque el libro de Viscontini no existe en la realidad, el
relato completo está incluido dentro de las páginas de esta novela, brindando
una capa adicional de profundidad y conexión con el personaje de Sophie.
Érase una vez un libro que
gira en torno al atraco de una de las joyerías más prestigiosas de Ginebra,
aunque la narración comenzará veinte días antes, cuando conocemos a Arpad y
Sophie Braun, que viven junto a sus dos hijos en una espectacular mansión
rodeada de bosques junto al lago Lemán. El cuadro es idílico, solo que está a
punto de desmoronarse, quizás por esos pequeños secretos que esconde el marido,
o porque su vecino, un policía de reputación intachable, se ha obnubilado con Sophie,
al punto de espiarla en sus momentos más privados, por no hablar de un
enigmático intruso, que también se quiere unir a la fiesta y no deja de crear
problemas. El caso es que todo se convierte en una intrincada tela de araña cimentada
en una red de engaños, alianzas y conflictos donde los personajes se encuentran
atrapados, en la que cada acción o decisión puede causar una reacción en
cadena, como si todos fueran marionetas enredadas en un enrevesado entramado
del que es difícil escapar, a no ser que retrocedamos al pasado en busca del
origen de tanta maraña.
Érase una vez un libro que
avanza con un ritmo frenético que te atrapa desde la primera página, y su
abundancia de diálogos no solo dinamiza la lectura, sino que te sumerge
profundamente en la historia. La intriga se mantiene en un crescendo constante,
construyendo una tensión que hace imposible abandonar el libro. Justo cuando
crees haber comprendido la trama y formar tus propias conclusiones, el autor
introduce un giro inesperado que desbarata todas tus teorías, obligándote a
recomponer tu visión de los eventos. Es un torbellino imparable, una
experiencia que no puede describirse fácilmente, aunque es exactamente lo que
se espera de un autor como Joël Dicker, que tiene un estilo tan distintivo como
cautivador. Narrado en forma de diario, la historia comienza veinte días antes
del evento crucial, el atraco. Esta estructura te mantiene en vilo, ya que
sientes la inevitable aproximación a ese momento clave, y aunque cada paso
hacia adelante te llena de inquietud, también disfrutas cada página, como un
niño con su juguete favorito, mientras el círculo se va cerrando. Las posibles
consecuencias se vuelven cada vez más palpables, llevando la tensión al límite:
podrían ser devastadoras o, quizás, sorprendernos de otra manera completamente
distinta. Esa dualidad entre la anticipación y el disfrute es lo que convierte
la lectura en una montaña rusa emocional, en la que cada giro y vuelta es tan
desconcertante como emocionante.
Érase una vez un libro que
destaca por sus personajes meticulosamente delineados, especialmente los
protagonistas: Arpad y Sophie Braun, y sus vecinos, Greg y Karine Liégean.
Aunque la historia comienza el domingo 12 de junio de 2022 y termina el 2 de
julio con un atraco, para entender la relación entre ambas parejas es necesario
retroceder un mes antes, al sábado 14 de mayo, cuando Arpad celebró su cumpleaños
e invitó a los vecinos, ya que conocía a Greg de antemano, gracias a su labor
conjunta en el quiosco de bebidas del club de fútbol local donde sus hijos, de
edades parecidas, juegan en el equipo, y conectaron bastante bien. Sin embargo,
fue en esa misma fiesta donde Greg desarrolló una atracción irracional y
desmedida hacia Sophie, una fascinación que lo transformó por completo. A
partir de ese momento, Dicker nos sumerge profundamente en las relaciones
amorosas, tejiendo una red compleja de relaciones llenas de engaños y
desilusiones. A lo largo de la historia, desnuda las fisuras de los matrimonios
que, bajo la superficie, se tambalean hacia aventuras extramatrimoniales y
conexiones prohibidas. Estas relaciones están marcadas por un constante ir y
venir de emociones, de amantes que se cruzan en caminos inesperados y pasiones
que arden con intensidad. La traición y los secretos juegan un papel crucial,
filtrándose en cada rincón de la historia y tiñendo de sombras los vínculos
que, a primera vista, parecen inofensivos. Aunque la atmósfera que rodea a los
personajes pueda parecer tranquila y ordenada, en realidad está impregnada de
tensiones ocultas. Los protagonistas mantienen una fachada de normalidad,
cuidando las apariencias y las formas sociales, pero el engaño se cuela en cada
interacción, desde la primera hasta la última página. Dicker revela cómo las
mentiras y las promesas rotas están en el corazón de sus relaciones, y cómo, a
pesar del esfuerzo por mantener una apariencia de armonía, los personajes no
pueden escapar a sus deseos más oscuros y de las decisiones que los empujan
hacia lo prohibido. En este juego de máscaras, nada es lo que parece, y cada
paso está marcado por la posibilidad de una nueva traición, creando un
entramado emocional que nos atrapa e intiva a explorar las complejidades del
corazón humano.
Érase una vez un libro que
en cuanto a ambientación se desarrolla en un entorno de lujo y sofisticación,
ya que los protagonistas residen en Cologny, una exclusiva comuna a solo cuatro
kilómetros del centro de Ginebra. Sin embargo, no todos comparten las mismas
condiciones de vida. Los Braun, ambos de cuarenta años, son profesionales de
éxito y triunfadores natos, viven en una impresionante mansión moderna de
diseño cúbico, completamente revestida de cristal, que se erige con elegancia
entre los árboles. Se accede a la propiedad a través de un camino privado que serpentea
entre el bosque, acentuando su aire de exclusividad y aislamiento. Su jardín,
cuidado hasta el más mínimo detalle, exhibe un césped perfectamente recortado y
una piscina junto a un amplio porche, creando un espacio ideal para criar a sus
dos hijos en un entorno de ensueño. Por otro lado, los Liégean, también se han
establecido en Cologny, pero en circunstancias muy distintas. Residen en un
chalet adosado dentro de una urbanización destinada a familias de clase media,
un tipo de construcción que desentona con el lujo predominante de la zona.
Tanto es así que los habitantes de Cologny se refieren despectivamente a esta
urbanización como “la Verruga”, viéndola como una mancha en medio de tanta
opulencia. Greg, un jefe de un equipo de intervención policial y Karine, que a
sus cuarenta y dos años nunca ha podido dejar de ser una dependienta en una
tienda de moda, lograron adquirir su vivienda gracias a la herencia de la
abuela de Greg, que les permitió asumir la hipoteca necesaria para establecerse
en este codiciado lugar. Así, mientras Arpad y Sophie disfrutan de una vida de
confort y prestigio, Greg y Karine luchan por mantener su lugar en un entorno
que, aunque cercano geográficamente, se encuentra a mundos de distancia en
términos de estatus y percepción social.
Érase una vez un libro
que, en definitiva, te envuelve desde la primera página con una narrativa que
atrapa irremediablemente, tejiendo una red de intriga y emoción que es
imposible soltar. Cada capítulo es una invitación a seguir desentrañando un
universo lleno de secretos, donde nada es lo que parece y cada revelación abre
nuevas puertas hacia lo inesperado.Escrito por un verdadero maestro en el arte
de jugar con los tiempos, que domina a la perfección los saltos temporales que
añaden profundidad y misterio a la historia porque nos remonta a otras épocas,
otros lugares y otras circunstancias. Sus giros de guion, impredecibles y
cuidadosamente orquestados, te mantienen al borde del asiento, mientras un
desenlace sorprendente desafía tus expectativas y te deja una marca imborrable.